Nunca las volverás a ver en la vida, sentenció

“Nunca las volverás a ver en la vida” una amenaza cumplida, violencia vicaria, porque es la violencia machista más brutal que existe, matar en vida a una persona al arrebatarle lo que más quiere del mundo.

Nadie puede ponerse en el lugar de Beatriz, es imposible, nadie puede ni imaginar el dolor que supone perder a un hijo, pero esto, aún, es más doloroso.

Olivia y Anna radiaban amor y cariño, unas vidas truncadas por su supuesto asesino por un único objetivo hacer daño a la madre. El padre de Olivia y Anna tenía denuncias por malos tratos previas.

En España, desde 2013, han sido asesinados por sus padres o las parejas o exparejas de sus madres 38 menores. Quedan desprotegidos, y la justicia y los jueces deben de entender que alguien condenado por violencia de género NUNCA es un buen padre.

La extrema derecha blanquea el terrorismo machista para llamarlo violencia familiar, en los últimos tiempos, los medios de comunicación y las redes sociales hablan sobre denuncias falsas, y la sociedad aplaude en los escenarios a un señor juzgado por violencia de género y el que a la salida de los juzgados dice que las mujeres sólo quieren dinero.

Según el Observatorio contra la violencia de género, de las más de  1.557.190 denuncias que se han registrado desde 2009, se han incoado 121 procedimiento por denuncia falsa, de los cuales únicamente el 0,0069% han terminado con una sentencia condenatoria. Además, aunque 168 denuncias siguen en tramitación, el porcentaje no superaría el 0,01% en la poco probable hipótesis de que en todas ellas se dictase una condena.

A Beatriz, la mamá de Olivia y Anna, la sociedad debe mostrarle todo el apoyo en un camino difícil de recorrer, nunca volverá a mirar al mar de la misma manera y nunca volverá a reír como lo hacía con sus pequeñas, un TERRORISTA MACHISTA sesgó la vida de sus niñas para hacerle el mayor de los daños, por Beatriz poco puede hacer este país que mira en muchas ocasiones a otro lado para no encarar de frente al TERRORISMO MACHISTA. Pero por Beatriz y sus niñas, y por otras Beatrices y otras niñas y niños podemos hacer mucho, debemos hacer mucho. Tenemos que construir una sociedad segura para las mujeres, las niñas y los niños, donde esta lacra social no tenga cabida. España ya derrotó a un tipo de terrorismo, pero por Beatriz, derrotemos también este TERRORISMO MACHISTA entre todos.