APAG EXTREMADURA ASAJA intentó boicotear la inauguración de la Feria Internacional amparándose en sus legítimas reivindicaciones
Es la primera vez en la historia de la Feria de Zafra que los manifestantes persiguen al gobierno por todo el Recinto Ferial para hacerle llegar sus reivindicaciones en la Feria, más que peticiones agroganaderas lo de ayer pareció una guerra abierta con pretensiones políticas más que ganaderas.
La Feria tiene muchos años y hay muchas personas que llevan décadas asistiendo a ella y aseguran que nunca habían visto lo de ayer; la persecución y los insultos han roto la regla no escrita de no politizar y de protegerla. Manifestaciones siempre han existido, pero en la mayoría de los casos como un mero valor testimonial, porque las negociaciones y el diálogo con los agentes agrarios duran todo el año.
Los que ayer persiguieron al Ministro Luis Planas, saltándose todas las vallas de seguridad y burlando todas las indicaciones de los cuerpos de fuerza y seguridad del Estado, realizaban una reivindicación con formas e insultos impropios de un Estado Democrático y de los momentos actuales.
Los que hoy insultaban y llamaban ladrones al gobierno pidiendo precios justos, silenciaron sus voces cuando el Gobierno del PP dejó sin seguros sociales al campo extremeño mirando para otro lado. Pero hasta el momento ningún miembro del Gobierno Socialista está imputado por robar.
La FIG volvió a abrir sus puertas, en una edición diferente y escueta, los momentos necesitaban de unión y defensa del sector, pero también proteger este certamen post pandemia para que sirva de orgullo para un sector clave y prioritario en la región y que está siendo el buque insignia tanto en pandemia como después de ella.
Ayer tocaba sacar pecho con orgullo de un sector que no sólo ha aguantado los envites de la crisis sino que ha salido fortalecido y está revolucionando los mercados nacionales e internacionales.
Ayer tocaba presumir, tocaba ilusionarse, tocaba estar unido para enseñar al mundo que en Zafra y en Extremadura se ha inaugurado la Feria Ganadera más importante de España y de Europa, ayer tocaba abrazarse con los ojos y mirar con esperanza al futuro, pero lo que no tocaba era crispar y ensuciar el día en el que Zafra empezaba a vivir de nuevo.