Gil Rosiña resalta el refuerzo de los equipos de atención psicológica dirigida a menores víctimas de violencia de género en Extremadura
La consejera de Igualdad y portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, ha destacado este miércoles que se han reforzado los equipos de atención psicológica dirigida a menores víctimas de violencia de género en la región.
Además, ha señalado que también se “reforzarán los Puntos de Atención Psicológica de las grandes ciudades con un psicólogo o psicóloga más”, a través de los fondos provenientes del Pacto de Estado contra la Violencia de Género para este año 2021.
Gil Rosiña ha realizado estas declaraciones en Badajoz donde ha mantenido un encuentro en el Ayuntamiento de la capital pacense para “conocer de primera mano” el funcionamiento de la Oficina de Igualdad y el Punto de Atención Psicológica (PAP) de la ciudad, a la que también ha asistido la directora general del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX), Estela Contreras.
En este marco, la titular de las políticas de Igualdad y portavoz ha destacado que este encuentro pone fin a la ronda de visitas que ha realizado en las últimas semanas para conocer la situación de los recursos de la Red Extremeña de Oficinas de Igualdad y Violencia de Género de las grandes ciudades de la región, “un servicio público que damos de manera compartida entre la Junta de Extremadura y los ayuntamientos y mancomunidades de nuestra región”, ha asegurado.
PREVENIR LA VIOLENCIA DE GÉNERO
En este sentido, ha recordado que la Red extremeña de Oficinas de Igualdad y Violencia de Género tiene más de 15 años y ha subrayado la importancia de establecer “una evaluación permanente de las políticas públicas”.
Gil Rosiña ha reiterado que la violencia de género “nos interpela a todos los poderes públicos, ejecutivo, legislativo y judicial, a analizar en estos momentos qué está ocurriendo y qué no estamos haciendo bien para prevenir la violencia de género y evitar que a las mujeres las sigan asesinando”.
Respecto a Extremadura, ha señalado que “más de 1.600 mujeres” tienen en estos momentos una orden de protección activa, “muchas de ellas mujeres muy jóvenes”, procedentes de zonas urbana y rural y con formación académica, además de aquellas mujeres víctimas que no han interpuesto una denuncia por malos tratos.
Según ha advertido, “la violencia de género es una violencia estructural contra las mujeres por el hecho de ser mujer”.
Además, ha recordado que “desde el caso de Ana Orantes hasta ahora, tras la denuncia pública de Rocío Carrasco, han pasado 20 años en los que ha surgido otro tipo de violencia más sutil, la violencia psicológica”, que es “más difícil de detectar y de intervenir”, ha apuntado.
Por ello, ha expuesto la necesidad de “revisar el sistema público que tenemos de respuesta y las oficinas de atención a las mujeres víctimas de la mano de las profesionales que trabajan en estos recursos”, ha concluido.