Extremadura apuesta por un nuevo modelo residencial que aborde tanto la dependencia como la promoción de la autonomía personal
El consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha presentado este miércoles el nuevo modelo residencial en el que está trabajando su departamento y cuyo objetivo es el abordaje de la dependencia y la promoción de la autonomía de la persona, trabajando en un proceso asistencial integrado y tratando de prevenir la fragilidad en la persona mayor.
En este sentido ha señalado que se pretende que las personas vivan el mínimo tiempo posible en situación de dependencia y evitar su institucionalización, porque ésta tiende a acelerar el envejecimiento de la persona, por lo que se trabaja para que ésta pueda vivir en su propio domicilio con los apoyos necesarios.
De este modo, el consejero ha explicado que se está trabajando en un proceso asistencial integrado de la persona con enfermedades crónicas complejas para abordar las múltiples enfermedades de este tipo que pueden llevar a una situación de dependencia, y se está debatiendo una estrategia para prevenir la fragilidad en la persona mayor.
La Junta de Extremadura realizará una inversión “muy importante” en servicios, en el entorno cercano del ciudadano, de tal manera que se mejorará la ayuda a domicilio, así como la teleasistencia, que migrará a un «modelo de teleasistencia avanzada que incluya la telemonitorización de parámetros sanitarios esenciales», así como la telelocalización y el seguimiento estrecho en el domicilio, ha explicado Vergeles.
Además se creará la figura del asistente personal y se apostará por los servicios en los centros de día y las viviendas tuteladas, de forma que los centros residenciales estén destinados a las personas que necesitan institucionalización con grado de dependencia II o III, alrededor de 22.000 personas en la región, si bien no todas precisan internamiento, ha precisado el consejero.
HOMOGENEIZACIÓN TERRITORIAL ASISTENCIAL
Con este modelo de centros residenciales, ha apuntado Vergeles, se apuesta por una verdadera coordinación sanitaria y social, con una distribución “bastante homogénea” en todo el territorio de la comunidad, tanto por zonas sociosanitarias como por áreas de salud.
Extremadura actualmente cuenta con 15.185 plazas residenciales, que se ubican en 300 residencias de la comunidad autónoma, de las cuales, 8.579 son plazas públicas ubicadas en 219 residencias y 6.606 son plazas privadas, ubicadas en 81 residencias.
Ello supone que la región en el momento actual dispone de 13,8 centros residenciales por cada 10.000 personas mayores de 64 años, ocupando el primer lugar en número de centros por personas mayores de todas las comunidades autónomas y “supera con creces” el mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud en el número de plazas, que es de 5 plazas por cada 100 personas que tienen 65 o más años y Extremadura tiene 6,9 plazas.
NIVELES DE ATENCIÓN RESIDENCIAL
Con estos datos, la región aborda un nuevo modelo residencial que contempla tres niveles. El primer nivel de centros, ubicados en proximidad en los distintos municipios de la región serán centros “puramente” residenciales y proporcionarán servicios a la comunidad, tales como el fomento del transporte accesible dentro del municipio, ayuda técnica para que las personas puedan seguir viviendo en sus domicilios, proporcionar comida a domicilio, así como servicio de lavandería, podología y peluquería.
La unidad de enfermería de estos centros estará preparada y con formación suficiente para fomentar la seguridad de los usuarios desde el punto de vista sanitario, por si se produjera alguna incidencia, pudiera resolverse en el propio centro, ha asegurado el consejero.
Este primer nivel es un paso para que las personas puedan seguir viviendo en sus domicilios.
El segundo nivel de atención comprende los denominados centros de referencia comarcal, para ello la Junta está acometiendo actuaciones como la adaptación de residencias sociosanitarias ya en funcionamiento, permitiéndoles tener unidades de convalecencia.
Estas unidades de convalecencia son internamientos de media y larga estancia, con un componente sanitario y un componente social, y «en ningún caso» pueden ser considerados zonas residenciales, ha afirmado, el consejero. Una vez que la persona se recupere de su dolencia, abandonará estas unidades y pasará, según su estado de salud, al centro residencial o a su domicilio.
Las inversiones en las residencias sociosanitarias en funcionamiento van a permitir nuevas plazas. En Badajoz, ‘La Granadilla’ dispondrá de una unidad de convalecencia de entre 25 y 30 plazas. En el Área de Don Benito- Villanueva de la Serena, la residencia ‘Felipe Trigo’ tendrá entre 38 y 40 plazas, en Mérida, la residencia ‘El Prado’ contará con 33 plazas.
En Cáceres, la adaptación de ‘El Cuartillo’ proporcionará 48 plazas y ‘Cervantes’, entre 25 y 30 plazas. En Coria, se está estudiando la situación de la residencia que está en funcionamiento para que disponga de entre 13 y 25 plazas. En el Área de Navalmoral de la Mata, la residencia de Madrigal de la Vera ofrecerá entre 10 y 15 plazas.
En el Área de Plasencia se modificarán tres centros: ‘San Francisco’, que proporcionará 15 plazas; el ‘Centro sociosanitario’ – en su unidad de larga estancia-dispondrá de entre 20 y 30 plazas y ‘Los Pinos’, que se dedicará especialmente a demencias.
Las localidades contempladas, ha manifestado el consejero, son aquellas en las que está ubicados los hospitales, por lo que habrá “mucha coordinación” con los servicios generalistas de estos centros hospitalarios.
El tercer nivel de atención residencial es el denominado centro de convalecencia y cuidados continuados, que comenzarán a funcionar en el año 2026.
Las localidades en las que se ubicarán son Llerena, Pescueza, Jerez de los Caballeros, Herrera del Duque, Guareña, Piornal, Brozas y Tejeda de Tiétar, centros que se construirán con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.
Los criterios que han definido la ubicación de estos centros, ha explicado Vergeles, atienden a la estimulación de la economía y la generación de empleo en la comarca en la que se ubican, a afrontar el reto demográfico y cubrir las necesidades que tendría esa zona.
En este sentido, para la cobertura de necesidades, el consejero ha señalado que el Área de Llerena no dispone de ningún centro de estas características, por lo que se dotará a la localidad de un centro de convalecencia y cuidados continuados. En esta misma área, la localidad de Zafra contará también con una adaptación de la residencia híbrida, que permitirá disponer de unidades de convalecencia.
Asimismo, se ha tenido en cuenta que el envejecimiento en las localidades en las que se ubicasen estos centros fuese superior a la media de envejecimiento de la región, que se sitúa en el 20,6 por ciento, que la pérdida de población donde se ubicase fuera mayor que la media en la comunidad autónoma, situada en el 3,14 por ciento, y que permitiese una coordinación adecuada entre los servicios generalistas de los hospitales.
El consejero ha concluido aludiendo al ámbito de la psicogeriatría, donde ha considerado fundamental continuar invirtiendo en plazas, ya que «cada vez son más las personas que tienen trastornos graves de salud mental o alteraciones de conducta y que no pueden ingresar en un centro residencial por la distorsión en la convivencia que pueden generar».